Elegir el mejor papel para imprimir en función del trabajo que queramos realizar nos puede mejorar o estropear, acelerar o entorpecer la tarea de manera muy determinante. A continuación os vamos a dar unos consejos para que sepáis cuál elegir si hablamos de un documento interno, un documento a color para clientes o imprimir en xerográfica. Los resultados serán los mejores en función de parámetros como el gramaje, sistema de impresión que vamos a utilizar, el tipo de papel, es para preimpresión o no, si lo queremos brillo o estucado mate, etc.

¡Es hora de empezar a optimizar el papel de las impresoras!

Teniendo en cuenta el tipo de documento que se quiere imprimir y la calidad final del trabajo, depende en gran medida del tipo de papel que se utilice, así que hay que analizar previamente el tipo de documento que se va a imprimir. El papel normal de 80 g. (papel offset) es ideal para hacer copias simples de una documentación interna en una impresora láser. Pero si queréis imprimir en tinta a todo color, es necesario tanto un mayor gramaje como una mayor calidad de papel. Una impresión en láser a todo color, nunca quedará bien en un papel offset corriente. Sobre todo, cuando vayáis a utilizar un papel nuevo, os aconsejamos que hagáis una prueba antes de imprimir un trabajo grande completo.

Los papeles específicamente pensados para impresión digital están fabricados para responder de forma adecuada a la temperatura de las impresoras, llevan mejorados sus niveles de humedad y también la suavidad en superficie. Así que aseguraros de que el papel que escogéis está pensado para impresión en digital. No utilizar gramajes inferiores a 80 g. impedirá que el papel se arrugue y ondule en plena impresión.

Un gran consejo es que siempre utilicéis papel de buena calidad, a la larga vuestra impresora os lo agradecerá y aunque no lo creáis, gastaréis menos dinero en el mantenimiento y mejorará la calidad final de cualquier trabajo que se realice. Siempre que utilizamos un papel de mala calidad, nos puede soltar una gran cantidad de polvillo que se irá depositando en los rodillos de la impresora y seguramente acabarán estropeándola.

En cuestión de medidas, lo mejor es escoger siempre que sea posible un tamaño de papel estándar: DIN A-4, DIN A-3. Utilizar estos formatos estándar de papel os garantizará que ha sido guillotinado con precisión y os dará menos problemas en el futuro.

Cada impresora admite diferentes tipos y gramaje de papel. Muchas impresoras tienen un paso del papel distinto, un distinto mecanismo de alimentación y una diferente química del tóner. Por ello, los papeles responden de forma distinta a cada uno de estos factores por lo que lo más seguro es escoger el tipo de papel que aconseje el fabricante de la máquina.

El papel absorbe mucho la humedad y esto hace que podáis tener problemas en la impresión si no lo habéis almacenado envuelto y sobre todo en un lugar seco. Asegurarse de almacenar el papel de forma correcta y adecuada puede servir de mucho.

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